Spanish Stories of the Late Nineteenth Century: A Dual-Language Book (Dover Dual Language Spanish)
Language: English
Pages: 240
ISBN: 0486445054
Format: PDF / Kindle (mobi) / ePub
This dual-language edition features an informative introduction and ample footnotes, making it not only a pleasure to read but also a valuable learning and teaching aid for students and teachers of Spanish literature.
un breve instante, sin decir palabra. Luego miró a Silveria y dijo: —¡Ya lo creo . . . , es un prodigio! Y asiendo a la chica por la cintura con ambas manos la levantó a pulso en el aire, la chilló, la brincó y le dio en las frescas mejillas media docena de besos sonoros. En seguida la reprendió suave y paternalmente por el audaz desatino de haberse escapado de su casa, viniéndose sola a media noche por entre los pinos. Ella le oyó compungida, pero no arrepentida. No por eso dejó él de mirar
iremos allá. Antes oirán la misita . . . ¿no? Bien, bien; por oír misa y dar cebada, no se pierde jornada. Ahora reposen, que vendrán molidas.» Al recogernos a nuestro dormitorio, al abrigarme mi madre y someterme las sábanas bajo el colchón, recuerdo que me dijo secreteando: —¿Ves? Esta media onza . . . para dársela mañana al cura por una misa. No hay otro medio de pagar el hospedaje . . . Y tú comulgarás en ella, y te confesarás . . . a ver si la Virgen quiere que sanes, paloma. No sé lo que
significar: «Dios te salve, María.» Pero, ¡bah!, yo juraré siempre que aquello era «Dios te sane, hija mía». Y me entra un arrebato de felicidad, y siento que allá dentro se arregla no sé qué descomposición de mi organismo, que la vida vuelve a mí con ímpetu, como torrente al cual quitan el dique, y empiezo a bailar y a brincar, gritando: «¡Mamá, mamá! ¡Gracias a Dios! ¡Ya estoy buena, buena!» Quien se puso furioso fue Lazcano, el de la coleta, cuando rebosando alegría le enteramos del suceso.
daughter, who was a golden bud of fifteen Aprils; the boy of twelve, a charming male copy of his mother and sister; and the girl, whom he called “the dominant”—they indeed resembled the strophe, antistrophe, and epode of a perennial hymn of happiness based on virtue, grace, innocence, and unvarnished, noble sincerity. “You’re all my children,” Don Jorge used to think, including his wife in the number; “you were all born from the foam of my dreams.” But they were dreams with teeth, teeth that bit
salto, saliendo del lecho; abrió un postigo y . . . el sol había abandonado a la aurora, no la seguía; el alba era de noche. Ni sol ni estrellas. El reloj repitió la hora. El sol debía estar sobre el horizonte y no estaba. El cielo se había caído al abismo. «¡Estoy ciego!», pensó Arial, mientras un sudor terrible le wife and children he wrote and wrote for hours on end by the light of an oil lamp. The subject was one of poetic fiction, but fundamentally religious and metaphysical; his brain